VALLE DE AEZKOA
El Valle de Aezkoa es un espacio central en el cordal pirenaico. Una importante influencia oceánica del N.W. contribuye a aportar a esta parte del territorio nieblas, lluvia y nieve. Estas contribuyen al nacimiento del río Irati, que recorre Aezkoa.
Su bosque natural de hayas y robles mantiene una convivencia armónica con los usos ganaderos. El equilibrio del uso tradicional y forestal alcanza aquí su máxima expresión. En Aezkoa se da la mayor proporción de bosque natural de haya y roble, pastos y cabezas de ganado por habitante. Por el contrario es el lugar donde se encuentran la menor cantidad de encina-carrasca y pinares.
No obstante y como en otras zonas del territorio el paisaje no permanece estático. Conoció este valle la "revolución patatera" y después la recuperación de la vaca pirenaica en detrimento de la oveja de los antiguos rebaños trashumantes.
Su relieve accidentado es consecuencia de una estructura geológica diversa en materiales (areniscas, calizas, arcillas...) y compleja en su génesis. El resultado de esta evolución geológica es un paisaje altamente compartimentado, que dificulta un rápido conocimiento, exigiendo un recorrido pausado por el laberinto de los barrancos, montes y roquedos que configuran el valle. Su centro geográfico es la población de Aribe, lugar en el que confluyen y desde el que parten cinco brazos de una estrella, las rutas principales que lo recorren: Garralda, Aria, Orbara-Orbaitzeta, Villanueva y Garaioa-Abaurrea.
Hay lugares que necesitan varias miradas sucesivas, lugares que esconden más de lo que ofrecen, que no se dejan aprehender, retratar a primera vista, que revelan más en el negativo y se entienden mejor en sepia y granulado.
El valle de Aezkoa podría ser uno de ellos. Habitado desde la prehistoria, aislado, es un valle transversal que ha sufrido, guerras, ocupaciones, promesas y conoce las tres edades del fuego. Ante nuestros ojos de viajero aparece con sus mejores galas cuando es silencioso, envuelto en nieblas, retraído, recogido en sus casas, o cuando lo reconocemos poseedor de tiempos perdidos, conservador de elementos culturales significativos, únicos ya, salvados del expolio. Y así parece que lo vieron viajeros que se acercaron y lo describieron: Marquina, Altadill o el mismo Hemingway.
Los tres pensaron su tierra en otras claves, desde el observatorio fantástico de lo lejano y cercano creyeron y crearon una estructura, entramado que no se derrumba con el paso del tiempo. Apostaron y colaboraron en la modernización de sus localidades, en la educación de sus vecinos.
El IRATI S.A. fue su proyecto más ambicioso, global, diversificado, de desarrollo equilibrado y respetuoso a partir de la utilización de los recursos disponibles: la madera y el agua.
El río, el lrati, generador de energía eléctrica y vía de comunicación, transportaba la madera hasta los aserraderos a pie de valle. Los residuos que se generaban en aquellos se reciclaban en la factoría construida a tal fin, extrayéndose alcohol y carbón vegetal entre otros. Desde allí se distribuían con el ferrocarril del lrati, el primer ferrocarril eléctrico de la península, que unió Sangüesa, Lumbier, Aoiz y Pamplona.
Una propuesta bien pensada, cuidadosamente construida, no teme instalarse en el territorio de la nostalgia, ni al monte, la niebla, o las ruinas del viento. EI IRATI S.A. desapareció a principios de los años 60, sin embargo pervive de muchas maneras. Pequeños herederos desgajados son los molinos , centrales, puentes y edificios, huellas a lo largo del territorio, que configuran una memoria, un estilo de hacer, que reclama su espacio y su actualidad.
Nunca se puede huir, todo nos lo llevamos con nosotros. Todos los viajes son de ida y vuelta.
El Valle de Aezkoa es uno de los Valles Pirenaicos Centrales. En él, como en otros, la unidad geográfica se identifica con una estructura tradicional de organización administrativa unitaria, cuyo órgano de gobierno, aunque con diferentes funciones, pervive en la Junta General del Valle.
La etimología de Aezkoa es discutida. Para unos se relaciona con su geografía áspera y montañosa, mientras que para otros tiene que ver con la existencia de robles en la zona. Tuvo Aézkoa fueros propios, concedidos por el Rey Sancho el Sabio en el año 1169 y ratificados después en varias ocasiones.
GARRALDA
Antes de llegar a Garralda por el lado oeste, llaman la atención las cisternas de agua, recuerdos de la sequía el paisaje tan cuidado, unos grandes robles en el borde mismo de la carretera, y un poco más adelante -en la entrada del pueblo- una cruz de piedra que sustituye a otra medieval destruida durante la guerra de la Convención en 1794. Garralda, a 843msnm. cuenta con una población de 186 hab. (2014) y una superficie de 21'7 km2. En su entorno tres montañas: Arregia, Zelaia e Hirupagota.
Su caserío es desigual, como consecuencia de tres incendios, pero podemos encontrar casas rehabilitadas con criterios estéticos y muy cuidadas.
Aunque pueda resultar extraño en nuestra cultura, los cementerios pueden ser lugares de interés. El de GarraIda conserva muestras de arte popular funerario -un conjunto de estelas discoideas- llenas de significado y muy usadas en esta zona gracias a la labor de investigación y recuperación promovidas por un escultor de la zona, que ayudó a rescatarlas del olvido. Artesanos de lo necesario. Solamente se conserva un hórreo o "garaia" -en euskera-, especial porque contiene un horno de pan. También tiene interés el molino que hasta hace no muchos años conservó sus mecanismos: ruedas, grúas, pescantes y transmisiones.
Se puede encontrar queso artesano de oveja tipo Aezkoa. Así mismo se puede practicar el senderismo, si seguimos las marcas del PR (pequeño recorrido) NA31, que parte de la localidad.
Existen en Garralda dos fundaciones culturales y educativas: la Fundación Antonio Aróstegui -que lleva el nombre de un aezkoano nacido en Aribe y emigrado a Argentina-, y la fundación Pablo Mandazen, nacido en Aribe, criado en Garralda y que ha desarrollado su labor educativa especialmente en Venezuela.
FUNDACIÓN ANTONIO ARÓSTEGUI
Al volver Antonio Aróstegui, enriquecido tras emigrar a los 18 años a la Argentina, trató de ayudar a la modernización de Garralda arrasada por el tercer incendio (1898) en sólo cien años. Financió las canalizaciones de agua, las fuentes, el lavadero y el matadero. Junto a Domingo Elizondo -otro ilustre emigrante aezkoano-, pagaron la sustitución de las tejas de tablilla -que favorecían la propagación de los incendios-, por otras más modernas.
Aróstegui creó una fundación educativa, construyó una nueva escuela y se preocupó de que se pudieran contratar buenos maestros. Así mismo ayudó a levantar una institución importante para la formación profesional de muchos navarros, los Salesianos de Pamplona.
ARIBE
Aribe es el centro de la estrella que dibuja el Valle de Aezkoa, su capital y la sede de su Junta General así como su centro administrativo y de servicios.
Su altitud en el núceo de viviendas es de 701 m. y cuenta con 44 hab. (2014) La superficie es de 3'8km2.
Tiene un puente medieval sobre el río lrati que, como en otros lugares del Pirineo, es conocido por el sobrenombre de "puente romano" y un hórreo que conserva el tradicional tejado de teja plana manual.
La ermita de San Joaquín, de San Esteban y Santa Ana fue, en tiempos, lugar de romería de los nueve pueblos de Aezkoa. Hoy esta tradición se ha perdido. Como recuerdo, en su verja nueve argollas, donde cada pueblo colocaba su cruz.
Se perdió la romería a San Joaquín pero se mantiene la que el Valle de Aezkoa realiza a Orreaga-Roncesvalles cada año con cortejo de alcaldes vestidos a la vieja usanza y cruceros que se celebra el día 1 de mayo de cada año.
En las ferias de ganado de Aribe, que se celebraban desde principios de siglo era especialmente apreciado el buey aezkoano, animal de trabajo y carne. Hoy en día, Aezkoa es el valle donde mejor se ha recuperado la raza pirenaica.
Por Aribe pasa el río lrati, que también fue almadiero. Testimonio de ello es una exclusa que se utilizó para represar el agua, y facilitar el paso de las almadías en un lugar de poca profundidad: en la casa de la presa nació Domingo Elizondo Cajén, un Aezkoano, indiano y distinguido.
En Aribe como en cualquier pueblo de Aezkoa nos podrán ofrecer, "la patxaka"(licor que se hace con anís y una clase de pequeñas manzanas silvestres, -sagarmiñes en euskera-). No hay más que trabar una buena conversación…
Aribe era mencionado en la enciclopedia de Madoz de mediados del siglo XIX:
"ARIBE. a la izquierda del río Irati en una hondonada circuida de montañas y clima destemplado, pero saludable…''
‘‘... tiene algunas fuentes de buena calidad pero la mas notable es una que existe a una milla, de aguas medicinales "
''El terreno es áspero, peñascoso, y bastante estéril, abraza 680 robadas...''
BALNEARIO
Aunque ahora se encuentra abandonado, funcionó en Aribe un balneario.
Se conoce, por documentación de la época, que en 1768 un vecino de Aribe pidió al Consejo Real permiso para cerrar con una casa una fuente de aguas medicinales existente en la localidad. Con el tiempo, dicha fuente dio lugar a un Balneario, la Casa de Baños de lturrialdea.
Era citado en las "guías" de la época por sus propiedades para la curación de las enfermedades cutáneas, las obstrucciones y los cálculos. Tuvo un periodo de gran actividad, con visitantes ilustres, hasta que terminó por abandonarse.
ARIA
Se trata de un municipio de 8'1 km2 de superficie emplazado a 858 metros de altitud. Este pueblo, de calles en pendiente, tiene 55 habitantes (2014). Desde su casco urbano las veredas remontan por terreno de bosque mixto de haya y roble, en dirección a las bordas.
Desde estas, como ocurre en el resto de los pueblos del valle, se incrementan las posibilidades de alcanzar una amplia panorámica: en los márgenes de los praderías, nuevos y viejos, el bosque mixto se acompaña de un cortejo de otros árboles y arbustos -el fresno, el boj, el avellano, el enebro.
Se halla el pueblo de Aria colgado en la ladera. Por debajo del núcleo las praderas limitadas con setos naturales de avellano y bosquetes de roble, se encajan en la difícil topografía. Atravesando el pueblo, sus términos más altos. Estos se han venido usando tradicionalmente como pastizales, uso que pervive en la actualidad. En este entorno la vegetación acompañante se halla compuesta de helecho y roble -terrenos de tránsito de las vacas pirenaicas y las ovejas lachas.
Los caminos que se ven conducen al monte, a bordas alejadas, distribuidas por los barrancos. Desde estos lugares, las panorámicas alcanzan, hacia el noroeste, Ortzanzurieta y los montes de Orreaaga-Roncesvalles, hacia el este-sureste se llega a ver el cordal de Berrendi-Abodi-Ori y por debajo, el valle que conduce desde Aribe por Garaioa hasta las Abaurreas.
Existe una iglesia dedicada a San Andrés Apóstol, cuatro hórreos bien conservados y restos, por lo menos, de otros cinco.
En su entorno tres montañas: Arriberri, Zelaia y Butzarrería.
Es interesante visitar el lavadero, -construido contra una roca- y el asca (abrevadero). También, -señalizado como sendero de pequeño recorrido (PR)-, el camino viejo.
En Aria, como en toda la Aezkoa, la cabaña ovina ha bajado considerablemente.
HÓRREOS EN AEZKOA
De los veintiún hórreos que quedan en Navarra, -todos ellos han sido declarados recientemente bienes de interés cultural- quince se hallan en Aezkoa.
Se trata de un tipo de construcción muy común en las zonas húmedas, donde la escasez de grano demandaba una buena conservación a salvo de la humedad y de los roedores.
Los hórreos, "garaiak o gareak" en euskera, tienen planta cuadrangular y cubierta a dos aguas realizada en tablillas de madera. El conjunto se asienta en pilares de piedra rematados por losas circulares o "tornaratas", que sirven para evitar la entrada de roedores.
En el interior, varios compartimentos o "zizku" guardan el "martxagarria" o trigo sembrado en marzo, el "azarogari" o trigo de octubre, -el más apreciado para hacer el pan-, las "babak" o habas; "oloa" o avena y "garagarra" o cebada.
Con este sistema "Hamelin" nunca tuvo que visitar Aezkoa.
OVEJAS LACHAS DE AEZKOA
En esta parte occidental del Pirineo Navarro se cría -sobre todo-, la oveja lacha. Es esta una raza autóctona, que tolera bien las lluvias, aunque no tanto las temperaturas extremas. Su carácter es vivo y montaraz. Su espíritu menos gregario y mas individualista que el de otras ovejas.
Su fisonomía es característica: largo y áspero vellón, cara negra o roja, cuernos desarrollados, tanto en las hembras como en los machos.
Los rebaños de ovejas lachas pasan las temporadas de invierno en los valles franceses de Baja Navarra y Zuberoa.
ORBARA
Se trata de un municipio de 9'1km2, 41 habitantes (2014) y emplazado a 765 m. de altitud.
Cuenta Orbara con una iglesia románica del siglo XIII dedicada a San Román en la que se puede admirar un interesante retablo
En Orbara podemos encontrar un hórreo, el de Casa Jabat, -en un bello entorno- y un puente medieval (reconstruido en épocas posteriores) que fue escenario de una anécdota que con cierta sorna, relatan en los pueblos vecinos
"Sucedió que varios hombres de Orbara viendo la luna reflejada en el río lrati y creyendo que se trataba de un hermoso queso decidieron colgarse del puente dándose las manos para poder atraparla. El último de la cadena estaba tan cerca del queso que arrastró a todos en su esfuerzo enturbiando el río y perdiendo el queso."
que cuentos similares los hemos oído en muchos lugaresen casi todos donde hay río y luna...
En Orbara, de camino a Orbaitzeta, podemos encontrar el Salto de Betolegui. Fue instalado para aprovechamiento hidroeléctrico en la década de los veinte por la empresa de Aróstegui, Morea y Elizondo: El lrati S.A.
ORBAITZETA
Emplazada a 765 m. de altitud. Tiene una superficie de 15'2 km2 y es el municipio más poblado de Aezkoa con sus 208 habitantes (2014), así como el más septentrional. Su iglesia, dedicada a San Pedro Apóstol, es gótica del siglo XVI. Merece la pena la contemplación de su retablo -uno de los más interesantes de la zona- y los graciosos angelotes.
Orbaitzeta conserva tres hórreos y un crucero mutilado a la salida del pueblo. Sus casas mantienen, a pesar de las reconstrucciones, señales de su arquitectura gótica original en ventanas, arcos y claves.
Barrio de Larrau,
que pertenece a Orbaitzeta. Es un lugar de paisaje ahora simplificado por la concentración parcelaria. Aquí se encuentra Casa Mateo desde donde la perspectiva visual se amplía:
Hacia el oeste, Ortzantzurieta, que se alza sobre bosques de frondosas, y el barranco de Lauzarán.
Hacia el este vemos el Barranco de Arrazola y las casas del barrio así como la pista que conduce a la Selva de lrati.
Hacia el norte se divisan los barrancos de ltolaz y Txangoa sobre la Fábrica de Armas.
Es en Irati también, donde se encuentra el Embalse de lrabia
Desde el barrio de la Fábrica se puede acceder a algunas majadas pastoriles -Azpegi e ldopil- y a la reserva natural de Mendilaz. En las majadas, como testimonio de la actividad pastoril milenaria en estos pastos, se encuentran abundantes restos megalíticos.
También se puede acceder -desde Azpegi- a Urkulu, un enclave que puede ser considerado un auténtico "museo al aire libre”:
- Restos megalíticos. cromlech y dolmen de Soroluze.
- Una torre-trofeo romana, alzada entre Hispania y Aquitania en la época de las guerras civiles entre Sertorio y Pompeyo.
- Las ruinas de un cuartel utilizado por muchos de los ejércitos que estuvieron en estos puertos en las Guerras del XVIII y del XIX: Realistas, Carlistas, Franceses.
URKULU
Se trata de una montaña en el entorno de la Calzada Burdeos-Astorga. Sobre la misma, se encuentran los restos de una construcción circular de forma tronco-cónica que se supone fue una torre-trofeo romana conmemorativa de la conquista de Aquitania, o quizá́, de la pacificación del norte de Hispania
En el entorno de la torre, restos de otras construcciones. En una de ellas, también de la era romana, se encontraron restos de tierra quemada y cenizas, resultantes de la incineración de algún animal. Podría haber sido un lugar de sacrificios rituales.
Cerca también de aquellos restos, apareció́ otra construcción: apenas dos hileras de piedras, de forma cuadrangular. De su excavación se extrajeron algunas balas de plomo de diferentes calibres y unos botones de guerrera en los que podía leerse "Republique Francaise".
FERRERÍA, MONTES DE AEZKOA, Y FÁBRICA DE MUNICIONES
En Aezkoa se cree existieron explotaciones mineras durante la época romana.
En relación al hierro y su transformación, se cita la existencia de una ferrería en Txangoa, al norte de donde hoy se encuentran las ruinas de la Fábrica, en un término que hace referencia a dicha actividad ferrera : Olazar.
La Fábrica de Armas de Orbaitzeta surgió cuando la existente en Eugi agotó los bosques de su alrededor. Se buscó entonces otro lugar en el que, realizando un tratamiento más racional del entorno, se pudiera asegurar una producción continua, que atendiera la demanda del cuerpo de artillería del ejército real.
La cercanía de yacimientos de hierro, que habían sido tradicionalmente explotados, la abundancia de agua en los arroyos cercanos y la madera (se cedió, por un pacto que después fue incumplido por la Corona, el monte Aezkoa) animaron a Carlos III a instalar la Fábrica donde hoy la conocemos.
Los beneficios para el valle nunca estuvieron demasiado claros pero por contra, durante los años en que estuvo activa, fue un potente imán para todos los ejércitos que durante los siglos XVIII y XIX se enfrentaron en las Guerras de la Convención, Realistas, de la Independencia y Carlistas, acarreando para los habitantes de Aezkoa abundantes problemas, saqueos, incendios, mantenimientos, etc.
EL EMBALSE DE IRABIA
Se encuentra situado en el corazón del bosque de lrati y muy próximo a la frontera con Francia, en términos de Orbaitzeta (Aezkoa) y Ochagavía (Salazar).
La presa regula el río lrati en su cabecera, almacenando el agua de las regatas Egurgio, Contrasario, Urbeltza y Urtxuria.
Desde su construcción ha sufrido varios recrecimientos. Actualmente la presa tiene una altura de 44 m. y una longitud de coronación de 158 m. El aliviadero tiene una capacidad de 387 m3/seg.
La lámina de agua ocupa una superficie de 128 has. y almacena en total 14 hm3 regulando el 23% (81 '5 hm3) del caudal aportado anualmente por el lrati en Aribe. La aportación anual de la cuenca del embalse es de 189 hm3 y su superficie es de 128 km2.
Sus aguas se destinan al aprovechamiento hidroeléctrico a través de una central a pie de presa de 1207 kw. de potencia de la que se obtiene una producción anual de 6.000 mw.
HIRIBERRI - VILLANUEVA DE AEZKOA
Se halla a 925 m. de altitud, bajo la vertiente sur de Berrendi, sobre un valle interior de origen cretácico. Tiene una superficie de 22'6 km2 y 113 habitantes (2014).
Su iglesia es gótica del siglo XV, y se halla dedicada al Salvador. En ella un hermoso retablo de época romanista, obra de Ambrosio de Bengoechea uno de los mas importantes de Navarra en su época.
Hiriberri-Villanueva tiene tradición artesana en madera: existe incluso un modelo de silla llamada cátedra (una pequeña silla para colocar junto al fuego), razón por la que en el resto de Aezkoa se llama "katedrátikos" a los vecinos de Hiriberri-Villanueva.
Desde Hiriberri-Villanueva existe la posibilidad de practicar la espeleología en la zona de Berrendi, así́ como de visitar el dolmen de Gibelea.
En el término de Aranekoziloaldea se encuentra la Cruz de Arrese objeto de dos leyendas.
Hay -en la salida del pueblo hacia el molino- una lápida que conmemora la muerte de dos personas, -1811 y 1846-. Según se cuenta, una de ellas descendía de Berrendi con una gran nevada yendo a caer extenuada, en este lugar.
GARAIOA
A 777 metros de altitud es un municipio de 21'3 km2 que tiene 95 habitantes (2014).
Cuna de otro de los promotores de El lrati S.A., Ciriaco Morea su entorno se encuentra conformado por huertos y nogales, así́ como el fondo rocoso del cordal de Petxuberro que flanquea el Barranco de Betondoa sobre los robledales de Zorrate. Preside este entorno el roquedo de Berrendi al fondo.
Garaioa posee la mas bella cruz medieval de la zona en término de Gurutzaldea y en el de Urrozkin una piedra colgante -hoy se encuentra en tierra- conocida con el nombre de Campana de Urrozkin porque sonaba al golpearla.
En los últimos tiempos, se ha puesto de moda la visita al mirador de Zamarain y es que esta enorme roca colgante ofrece unas vistas y una fotografía para el recuerdo.
Desde aquí, podemos ver el rio Irati y el admirable robledal de Betelu.
Garaioa solamente cuenta con un ejemplar de hórreo, el de la Casa Maisterra y su iglesia -de San Andrés- es gótica, en la que destaca su portada.
En la muga entre Garaioa y Abaurrepea-Abaurrea Baja se encuentra la Cueva de Poztia, que según la leyenda fue un lavadero de brujas. También existe una cueva llamada de Artetxea con un gran arco natural.
ABAURREPEA - ABAURREA BAJA
Es un pequeño municipio, -apenas 12 km2 de superficie- emplazado a 860 metros de altitud. Tiene 38 habitantes (2014) según el censo por lo que es el municipio menos poblado de Aezkoa.
Para apreciar mejor su entorno se recomienda remontar alguno de los caminos nuevos que se dirigen al monte, y ganar un poco de altura. Desde allí́ podremos ver el sistema de pequeñas ocupaciones y usos de la vida rural -leñeras, bordales, silos y cobertizos.-.
En la entrada cuenta, como los demás pueblos, con su crucero del XVI mochado en alguno de los avatares guerreros del XIX.
Su iglesia de San Martín de Tours posee un bonito retablo. y en su interior una reja que separa el altar de la zona de los fieles, particularidad perdida en el resto de las iglesias aezkoanas.
En un hermoso paraje llamado Errotaldea, podemos encontrar un molino.
En Abaurrepea-Abaurrea Baja están las ruinas de una casa llamada de la Inquisición, en la que algunos aseguran haber visto restos de máquinas de tormento.
ABAURREGAINA - ABAURREA ALTA
Emplazada sobre una alta meseta, es probablemente, el pueblo mas nombrado de Navarra debido a las incidencias climatológicas, pues se trata de la población mas alta de la Comunidad Foral de Navarra, 1032 msnm. Cuenta con 22'4 km2 de superficie y 132 habitantes (2014).
En Abaurregaina - Abaurrea Alta percibimos un notable cambio de relieve. Hacia el este aparecen los primeros patatales y plantaciones de cereal del valle y sin embargo hacia el oeste los elementos del paisaje -frondosas y praderíos- son similares a los de las otras zonas del valle. Desde el mirador de la Cantera de San Miguel se ofrece una amplia panorámica sobre el paisaje aezkoano. Su iglesia -gótica del S.XVI-, está dedicada a San Martín de Tours, con retablo romanista de Juan de la Hera.
A la salida del pueblo, la carretera que conduce al Valle de Salazar cruza el barranco de Zatoia -frontera natural entre Salazar y Aezkoa- En el se halló, al extraer la piedra para la carretera, una cueva de 100 metros de longitud, llamada de Zatoia en la que se hallaron los restos prehistóricos quizá́ mas importantes del Pirineo.
Tal vez, como herencia de aquellas actividades de caza y recolección, en Aezkoa, como en todos los otros valles pirenaicos, la caza tiene un fuerte asentamiento social. Practicada hasta hace muy poco tiempo como complemento de la dieta, hoy, es sobre todo, un modo de esparcimiento.
LA PREHISTORIA EN AEZKOA. El abrigo de Aizpea y la cueva de Zatoia
El hombre de tipo pirenaico occidental habitó estos lugares en la prehistoria dejando abundantes vestigios. Grupos de este tipo -en el conjunto de los valles pirenaicos navarros pudieron llegar a vivir hasta 300 personas-, habitaron la Aezkoa y dejaron sus restos en algunas cuevas y abrigos, dos de estos son Zatoia y Aizpea.
Se trata de yacimientos paleontológicos de importancia. Por su abundan te sucesión estratigráfica se conoce que estuvieron habitadas -puede que solo estacionalmente- entre el año 9000 y 4000 antes de Cristo. Las formas culturales que en Aizpea se hallaron pertenecen al Epipaleolítico y al Neolítico. Zatoia fué usada entre el 10.000 y en 3.000 a.c.
LA DESPOBLACIÓN
Según algunos datos Aezkoa tuvo, en 1796, 2519 habitantes, en 1855, 3200 aproximadamente. Ya en 1960 la población se redujo hasta los 2093 y en 1995 contaba con 1286. Finalmente, podemos observar cómo en el año 2014 la población ha descendido hasta los 912 habitantes.
Estos datos se corresponden con los de la superficie cultivada: 40.000 robadas en el s. XVIII mientras que solo 12.000 se cultivaban en el año 1995.
Los recursos, la ganadería, la agricultura y la madera -mientras fue rentable-, no daban para mucho. Además la ley del mayorazgo, imponía que, para preservar la continuidad de la "casa", un sólo hijo lo heredaba todo. Para los demás siempre quedaba la emigración.
El despoblamiento más acusado se produce en las décadas de los 60-70. La industrialización de Pamplona, Aoiz, Barcelona, o Guipúzcoa atrajo a todos los que antes habían soñado con América.
Así lo expresaba una abuela aezkoana:
"Desde que enviudé me gustaba contar todos los niños del pueblo, recorriendo una a una todas las casas, metida bajo el edredón de lana. Me ayudaba a dormir, soñando el futuro...
Pero la verdad es que cada vez me cuesta mas hilvanar el sueño. Solo quedan viviendas abandonadas, demasiado silencio para dormir bien..."
CONTINUARÁ...
Fuente: Consorcio Turístico del Pirineo Navarro Central y Oriental